Una semanita solamente en Argentina? Muchos dirán, que locura!
La verdad es que lo fue! El hecho de haber volado por 20 horas (con 5 de demora en Londres, uffff) para llegar a Buenos Aires se vió totalmente olvidado tras encontrarme con toda la gente que quiero... volver a abrazar a mis viejos, a mi hermana (que se achico y está hecha un bombon!), mi tía, jugar con los rulos de la Giyo, escuchar la vocecita de Sole diciendo “Que linnndooo”, encontrarme con las lindas zorrix de la Chivi, Sonia, Gaba y Sol, colgarme con Madno, Cebo y Kiki, Pizzas parrilleras con Ale, Lungo y Esteban, cenar con mi hermosa ahijada y mi comadre Nachita, cena familiar con los hermosos Blejer, reencontrarme con Fede, Happy Hour con mis amigos de Assa. No se, logré ver a todas las personas que amo en este planeta.
Tantas emociones que para mi son incontables. Tuve la suerte de verla a las abuelas, que están tan hermosas como siempre, de un super domingo familiero con mis tías de Córdoba y Mendoza y de una tarde de peluquería inolvidable, que recordarán siempre aquellos que fueron parte.
Sufrí el momento en el que estaba parada a las 8PM del domingo en medio del humo y la niebla de Rosario, dudando si no iba a perder mi vuelo. Por suerte todo se alineo para hacer de mi semana en Buenos Aires y Paraná, una semana PERFECTA.
Sin embargo, el promedio de dormir fue de 3 horitas diarias y cuando me volví a Bruselas me toco un contingente de niños herejes de 10 años que venían a jugar al fútbol a España. Imagínense los niños salteños viajando en avión por primera vez!!! Jugaron con mi asiento y mi cabeza todo el viaje, así que opté por jugar con ellos, ja ja ja, muyyy divertido pero agotador!.
Fotos
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