No tengo palabras para describir lo que fue este año que pasó para mi, no solo por todo lo que he escrito en este blog sino lo que significo en mi vida. Creo que nunca mas voy a vivir esa adrenalina cada vez que visito Barcelona, Paris o Londres... mi tres ciudades preferidas. Si bien seguiré disfrutando de la felicidad que me dan cada vez que pongo un pie en ellas, esa primera vez no se olvida nunca y siempre la recordás con escalofríos, como puede ser que haya ciudades tan hermosas que hasta a veces nos parecen imposibles de alcanzar, sin embargo allí me halle este año, caminando por Paris a las 8AM creyendo estar caminando en una obra de arte.
Saco muchas experiencias de este año, ciudades que me marcaron, cada una con lo suyo, Barcelona, mis amigos de Bruselas y las corridas y viajes del laburo. Sin embargo, mi vuelta a la Argentina me hace dar cuenta cuanto amo ser paranaense y lo grande que es el corazón de la gente que me rodea. Las fiestas en familia no tienen precio y son algo que nadie lo puede explicar, ver a tu “Nona” sentadita en la punta de la mesa con un familión de 45 primos y 20 tíos, se te erizan los pelos, el griterío de una familia tana hasta el ultimo pelo, la comida, la guitarreada, acompañada del acordeón de Adolfo... no sé, puedo escribir indefinidamente.
A ese amor de la familia, ver a mis amigos de toda la vida le dan ese toque final a tres meses que estuvieron rebalsados de alegrías, viajes, asaditos, picaditas, reencuentros, casamientos, mucho fernet y sobre todo buena onda, que me carga de energía para empezar este año nuevamente lejos de todos ellos. Me voy para las Europas con todo lo que necesito... el corazón lleno de alegría.-
Algunas fotos de estos tres meses:
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| Popurri fin de año argentino |
