martes, 1 de marzo de 2011

Las 1000 y 1 Noches…Túnez (الجمهورية التونسية ) avec le Nigga! Oct 2010

Hace tiempo que no escribo, no sé si porque ya “hardly” tengo tiempo o porque me colgué. La verdad es que estoy a mil con el trabajo y no me había tomado el tiempo de escribir sobre lo que más amo en esta vida… VIAJAR.
En octubre 2010 tuve la alegría de recibir a mi hermano, el “Nigga Diego Betun Bevilacqua” en mi acogedora casita en Bruselas. Estuvo buenísimo que viniera a verme, esta vez más tranquilo, sin estar en plan “trotamundos” sino en disfrutar la esencia de muchas cosas, gente y momentos. Lo más destacable de su visita fue el viaje al DESIERTO que emprendimos juntos en el hermoso TUNEZ.
Qué locura de país!!! Nos quedamos copadísimos con la gente, los paisajes y sobre toda ese gran montón de arena concentrada en África: el Desierto del Sahara, IN-CRE-I-BLE. Nos abrumo la cultura, la producción de dátiles y las imágenes tan representativas del despótico presidente tunecino Ben Alí, quien empapelo sus ciudades y calles con su rostro de “garca” por años y que gracias a la gente tunecina y a la revolución de aquellos árabes que por fin se despertaron, tuvo que salir en helicóptero como nuestro viejo y querido De la Rúa, para desaparecer en las aguas de los políticos que se robaron todo y nunca más nadie sabe nada de ellos.
En fin, me puse filosófica… es que tengo que serles sincera y toda esta revuelta popular árabe me pone la piel de gallina, me da miedo hasta en algún punto pero me alegra, por fin se están haciendo escuchar… sin justificar las formas… ojala lo hicieran todos pacíficamente como los egipcios.
Merodeamos por varios paraísos tunecinos tales como Túnez capital y sus coloridos bazares y terrazas de azulejos, Cartago al lado del mar y sus tan importantes ruinas fenicias como así también sus bellas casas de puertas celestes (casi te sentías en Grecia de nuevo). Luego nos adentramos en las montañas y oasis de Nefta, justo en la época de producción de dátiles que se mandan a todo el mundo, miles y miles de palmeras, con una distribución de la riqueza que nos dejo boquiabiertos… “1 parcela de palmeras por familia”, de manera que todos puedan gozar de los beneficios económicos del Oasis… ojala todos distribuyeran igual.
Tras pasar el salar Chott El Jerid con un paisaje totalmente desértico, llegamos a Douz, a un hotel 5 estrellas, un pedazo de concreto increíble en el medio del desierto por dos mangos para así poder emprender nuestra travesía por el Desierto del Sahara… Que les voy a decir, me copa contárselos así, fue un sueño hecho realidad, subirme a un camello, andar por el desierto, dormir en una carpita bajo las estrellas, fumar shisha escuchando solo la noche y correr con las ratitas mañaneras… que susto! Pero bueno, en el desierto no se pueden pedir lujos, FUE un lujo esa noche.

Para finalizar nuestro hermoso viaje, nos subimos y nos estresamos en los Luages, transporte o taxi compartido por excelencia de la gente tunecina, a muchos Km por horas, con un loco tomando café mientras manejada y pelotudeando… toda una experiencia… pero llegamos a Hammamet, la playa, y se nos olvido todo… que bello.
Así que ese fue nuestro viaje, a destacar la comida espectacular, el bife de camello que se comió Diego, los hoteles baratos y MUY buenos, salvo el mejor hotel de la “década del 80” en el que paramos, que imagínense el estado tras 30 años, jajajajaja, muy bizarra noche aquella. Gran compañeros de viaje: Mattias Nordman, sueco 100% tatuado que se nos unió en esta locura por varios días y el loco que llevaba los camellos.
Algunas fotos de estos momentos:

TUNEZ - 2010